En cualquier sociedad el cuerpo está sometido a reglas y normas. También lo están las posibilidades que de él se desprenden en lo que se refiere a la sexualidad y a las disidencias políticas. Seguimos inmersos en sociedades que son patriarcales y que generan acciones de regularización de cualquier tipo de disidencia. Desde al menos la segunda mitad de los sesenta se han empezado a producir algunas grietas en el muro compacto del orden heteronormativo y machista. A ese resquebrajamiento han contribuido los movimientos sociales feministas y el empuje de sectores LGBTQ+. En el contexto español también se han producido cambios notables, sin embargo todavía queda mucho por conocer. Es imprescindible indagar en archivos y en fuentes diversas para rastrear y construir las genealogías de lxs disidentes sexuales, de quienes se apartan de la regulación y la ortodoxia de los cuerpos y las vidas.