El viernes 14 de diciembre a las 20.00 h. Misterpink Contemporary Art Projects (C/ Guillem de Castro, 110, Valencia) abre sus puertas con “La queermix”, una exposición colectiva que recoge, a modo de muestra, una selección de trabajos que hablan, desde posicionamientos actuales, plurales y diversos, de identidad y género. Las propuestas artísticas revisan conceptos como el de Historia, el de biografía o el de literatura universal para construir imaginarios queers. Carmelo Gabaldón, Roberta Marrero, Pepe Miralles, y los grupos de artistas O.R.G.I.A y Tactelgraphics ponen en común y dialogan en un espacio heterogéneo e inclusivo.
El origen de la palabra inglesa queer se liga al siglo XVIII donde se empleaba para referirse al tramposo, al borracho y a la oveja negra, pero también a todo aquel que no se pudiese reconocer inmediatamente como hombre o mujer. Hoy se sigue usando para indicar lo ‘torcido’, lo ‘raro’. La palabra dejó de ser un instrumento de represión social para convertirse, empleada por el colectivo LGTBI, en un espacio de acción política. Queer representa las sexualidades, los afectos y los géneros que traspasan las fronteras de lo aceptado socialmente, aquello que impone el heteropartriarcado desde lo straight, lo ‘recto’, relacionándolo con una vida heterosexual, monógama entre personas de la misma edad y clase social.
“La queermix” es una exposición colectiva que une una serie de autores españoles con una actitud reivindicativa y activa, tanto en sus vidas personales como en su producción artística, cuestionan las producciones y discursos de la heteronormatividad. Para ello emplean estrategias como el apropiacionismo de relatos, imágenes e iconos.
O.R.G.I.A transforma la Historia del Arte mediante la dislocación de aquello que creíamos saber porque fue así como nos lo contaron, pervierte el relato oficial, le da la vuelta para lograr una ruptura con él. De forma paralela, Pepe Miralles realiza una operación de reasignación de palabras, cambiándole el género a un personaje de una novela histórica para que el espectador pueda percibir cómo este gesto mínimo altera radicalmente la percepción del conjunto. Carmelo Gabaldón también echa la vista atrás y rescata una fotografía de su niñez que durante años le avergonzó, poniendo en práctica la aceptación y el orgullo en un ejercicio de doble exposición. Por su parte, Tactelgraphics realiza una puesta en escena que busca el grado cero de su imaginario, el origen de su universo particular. Por último, Roberta Marrero propone un panel de imágenes y mensajes de los ídolos que le ayudaron constituir su identidad.
En esta ocasión, el texto de sala lo escribe la drag queen Liz Dust. Un texto que asume su protagonismo como pieza libre que se añade a la cadena.
“La queermix” agita, bate, compone, pero no mezcla. Todo cabe. Todo se incluye. Ecléctica, plural y diversa, favorece la construcción de otra historia, la suya propia.