Eulàlia Grau. Nunca he pintado ángeles dorados

 

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Las imágenes extraídas de los medios de comunicación impresos constituyen la materia prima del arte de Eulàlia Grau (Terrassa, 1946). Desde principios de los años setenta, crea montajes fotográficos y collages que actualizan la tradición vanguardista del arte comprometido con valores que están en crisis en el momento histórico de la producción de la obra. La artista denuncia el modo en que la prensa de la época, en línea con los poderes económico y político, sirve a los intereses de una sociedad vigilada, censurada, injusta y machista. Su opción estética no se entiende sin un firme compromiso ético: ocupa un lugar destacado entre las prácticas artísticas que constituyen el espacio de expresión de los feminismos de finales de la modernidad, y forman parte de los movimientos de opinión que impulsan profundos cambios en la sociedad durante los últimos años de la dictadura de Franco y la Transición.

 Una descripción visual de la lógica social del capitalismo moderno

Nunca he pintado ángeles dorados ofrece un recorrido por las «pinturas» -como la propia artista denomina sus obras- que hoy hablan con un interés renovado. La exposición se construye como un relato visual centrado en temas que siempre han interesado a Eulàlia: desde los mecanismos de control más evidentes, como la policía o las cárceles, hasta dispositivos más sutiles pero no por ello menos eficaces, como la escuela, las jerarquías laborales, el acceso a la vivienda y a la justicia o los roles de género. Sus serigrafías y telas emulsionadas se exponen junto a trabajos menos conocidos como carteles, libros e inserciones en revistas, medios que la artista utiliza para acceder a un público más amplio.

La exposición hace énfasis en las obras de los años setenta y principios de los ochenta, como Etnografías (1972-1974), La cultura de la mort (1975), …Inventemos también nosotros… (1976), El règim capitalista crea cada dia situacions com aquesta en la classe obrera (1976), Mínimos y máximos (1976-1977), Orden público (1978) o Klara (1983-1984). Si la disciplina etnográfica se basa en un estudio descriptivo de las prácticas de los grupos humanos, Eulàlia realiza una descripción visual de la lógica social en el contexto del capitalismo moderno. Escenas de manifestaciones, atracos a bancos, persecuciones policiales, trabajadores heridos y empresarios condenados por fraude pero indultados, forman parte de sus mosaicos visuales, tan modestos como impresionantes. En obras como Discriminació de la dona (1977), la artista pone también en evidencia las diferencias sociales visibles en los hogares, los estereotipos de los roles femeninos y masculinos que se enseñan en la escuela y otras formas menos evidentes de transmisión del poder.

La exposición incluye libros como Cancionero de los hombres verticales y de los hombres horizontales (1975) y Per què? (1979), carteles como Flic-Story. Historia de detectives (1979) y Desarmament – Desenvolupament (1979), e inserciones en revistas. Destaca el cartel de grandes dimensiones El cost de la vida (1977-1979), presentado en varios espacios públicos, entre los que cabe mencionar el exterior de la fábrica de electrodomésticos Lavis de Barcelona, donde se expuso en mayo de 1980 con motivo de una huelga de trabajadores.

Presentación de una obra nueva

En un momento en el que los medios de comunicación de masas y el exceso de imágenes tienen un papel central en la percepción de los hechos, el mensaje de Eulàlia Grau es de absoluta actualidad. En este sentido, el MACBA presenta una obra de producción reciente, Me gustaría morir en un lugar donde nadie me viera. María (2011-2012), que confronta la rutina de una mujer sin techo en las calles de Barcelona con imágenes procedentes de internet sobre casos actuales de corrupción política y financiera.

Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA), del 8 de febrero al 26 de mayo de 2013.

Comisaria: Teresa Grandas.